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Evitar el Síndrome del Cuidador
10 consejos para evitar el síndrome del cuidador
1. Reconoce que necesitas ayuda y aprende a pedirla
No pienses que si sigues este consejo vas a descuidar tu labor de cuidador, todo lo contrario: será
mucho más eficaz.
¿A quién puedes pedir ayuda?
• solicita ayuda al resto de los miembros de la familia. Es bueno delegar tareas en otros familiares cuando
no se puede llegar a todo.
• pide ayuda externa. No tengas reparo en acudir a un profesional, ya sea psiquiatra o psicólogo si ves que
la situación te desborda.
2. Acepta tus reacciones de agotamiento
Son frecuentes e incluso esperadas en cualquier cuidador. Esas reacciones son normales en una
situación límite pero no por ello hay que obviarlas. No es bueno ocultarlas porque tu entorno piense
que estás al límite de tus fuerzas ni tampoco por miedo a no ser un buen cuidador.
3. Solicita información y formación adecuada
Cuanto más conozcas sobre los aspectos médicos de la enfermedad mejor. Saber la evolución fu-
tura, la medicación, posibles complicaciones o consejos prácticos ante cualquier problema, como la
movilización del paciente, adaptaciones en el hogar, consejos sobre nutrición, son fundamentales para tu labor.
¿Por qué? Lograrás una sensación de control de la situación y de eficacia.
4. Ponte objetivos reales y factibles…Mantente motivado
Que tus tareas en el cuidado del enfermo sean a corto plazo. Esto te servirá para disfrutar de tus
éxitos y verás cómo te felicitas a ti mismo por lo bien que lo estás haciendo. No solo hay que fijarse
en los fallos o deficiencias. Mejor en lo bueno.
5. Cuídate… no te olvides de ti
Intenta tener tu propio espacio para descansar, duerme las horas suficientes y sigue una alimen-
tación adecuada. Además, estaría muy bien que te permitieras a ti mismo un merecido descanso
diario o semanal, sin estar en contacto directo con el enfermo.
6. Mantén el contacto con tus amigos, oblígate a ello
Con tus amigos, tus familiares y gente de tu alrededor. Los vínculos afectivos son un gran antídotos
contra el estrés.
7. Aprende a poner límites
Deberías saber poner un límite a las demandas excesivas del mayor, aunque se enfade por ello. En
algún momento tendrás que decir que no, pero sin sentirte culpable.
No fomentes la dependencia, todo lo contrario: es importante que la persona mayor tenga cierta
autonomía. Incluso anímala a que haga por ella misma todo lo que pueda.
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