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Reportaje: La Acondroplasia

tico bien definido.
El alargamiento óseo es un tratamiento complejo y de larga duración. Es precisa una máxima
colaboración del niño y su familia. Se necesita la cooperación entre pediatría, cirugía ortopédica
y rehabilitación.
Si se plantea el alargamiento, hay que completarlo con la elongación de los miembros superiores
y no ceñirse exclusivamente a los miembros inferiores.
Cuando la talla corta tiene grave repercusión psicológica, puede estar indicado aumentar la talla
del niño mediante un alargamiento quirúrgico de las extremidades.

El alargamiento de las extremidades consiste en un proceso en el que a través de una interven-
ción quirúrgica, se provoca una fractura mínima en una zona determinada del hueso y mediante
la colocación de un fijador externo adaptado al hueso, no se permite que esa fractura se conso-
lide. A partir de ahí, se va alargando el hueso a través del fijador a razón de un milímetro diario
hasta conseguir la longitud adecuada. Una vez finalizado el alargamiento, debe mantenerse el
fijador hasta que el hueso se consolida completamente. Por último, se pasa a un período de re-
habilitación para que el hueso y las partes blandas adquieran las características normales.

En caso de niños afectados de acondroplasia se alargan tibias y peronés, los fémures y los húme-
ros. De esta forma, se puede llegar a mejorar la talla en 30-35 cm.
Por sus características físicas y morfológicas se dan una serie de circunstancias que favorecen
los métodos de elongación. Es más asequible el alargamiento de un miembro de una persona
acondroplásica que el de un individuo sin problemas de crecimiento. Ello es debido a la gran
laxitud de los tejidos y a la hipertrofia de las partes blandas que presentan los acondroplásicos.
La mayoría de los acondroplásicos deben someterse durante su vida adulta a intervenciones
correctoras de las extremidades inferiores o descomprensiones medulares, para no verse afec-
tados de importantes limitaciones funcionales provocadas por la artrosis prematura o las alte-
raciones neurológicas debidas a la comprensión medular.

El objetivo de las correcciones de las deformidades durante el alargamiento quirúrgico consiste
en evitar en lo posible toda esta patología secundaria.
La aplicación de un procedimiento quirúrgico de estas características, debe tener como finalidad
conseguir una talla suficientemente aceptable para permitir superar las barreras físicas y arqui-
tectónicas que impiden el desarrollo social del individuo acondroplásico.
Los alargamientos deben ser globalmente de unos 30 cm. En las extremidades inferiores y de
unos 10 cm. en las extremidades superiores.

La edad más idónea para iniciar el proceso de elongación de las extremidades en los acondroplá-
sicos es entre los 9 y los 11 años. Las características morfológicas del sistema óseo permiten a
estas edades alcanzar los máximos alargamientos por segmento óseo, con muy buena regenera-
ción ósea en el foco de elongación, al tiempo de que psicológicamente son capaces de entender
mejor el problema a esta edad, y su colaboración con los procedimientos de elongación es más

completo.
Fuente: Fundación Magar Acondroplasia
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